Uki Nunutzi

Viajando por la sierra huichola, me encuentro muchas caras, sobre todo la de los niños, que con curiosidad se acercan para ver que buscas, que llevas o que andas haciendo por esas alturas de la Sierra Madre Occidental.

Las niñas no se dejan tomar fotografias, pues es una costumbre no interactuar con varones extraños. Los niños tienen más libertad de acción y son los que regularmente permiten que se les hable o se le fotografíe.

Uki Nunutzi, es un tributo a todos los niños indígenas de las comunidades wixaricas que he visitado.

A muchos de ellos no los he vuelto a ver, ya que a veces emigran hacia las ciudades ò a otras comunidades.

Espero que algun dia lleguen a ver sus fotos en este blog.

Manuel Sepúlveda

martes

Ausencio

Joven estudiante de la secundaria en San Andrès Cohamiata, un joven audaz, muy platicador y curioso. Preguntaba de todo y por todo.
No conoce otra ciudad que no sea Huejuquilla el Alto. Sueña con viajar un dia a Guadalajara y Tepic.

Su condiciòn de vida, al igual que la de todos los huicholitos de la sierra es dificil. Todo el mundo exterior lo conoce por los libros y el Internet, al que a veces tienen acceso en la telesecundaria.



Cuando le preguntè ¿Que quieres ser de grande?, su respuesta fuè "padre de familia".


Un saludo.

Ausencio y Fernando


En mi ultimo viaje a la sierra huichola, precisamente a San Andrés Cohamiata, conocì a estos dos chicos.
Ellos son hermanos, y viven en una comunidad indigena a tres horas de San Andrès (caminando). De lunes a viernes van a la secundaria en San Andrès, y viven con una tia de ese lugar. Y los viernes por la tarde, al salir de la escuela,se regresan a su comunidad para regresar de nuevo a San Andrés el lunes por la mañana.
En este dia que estuvimos en San Andrès, estuvieron "de pinta" y nos acompañaron a todos lados. Se nota que estaban aburridos de no hacer nada.

Flavio Cesar

Cuando estuve en San Andrès, con mis amigos que vinieron desde la Republica Checa, Ausencio se acercò a nosotros y se ofreciò para ser nuestro traductor, pues ya que èl habla muy bien el español, y yo muy mal el wixarika. Este pequeño amigo me recibe
siempre con una sonrisa, como si nos conocieramos desde siempre.